domingo, 20 de enero de 2013

Dislexia



La dislexia es una deficiencia en el aprendizaje que afecta la lectura. La dislexia como una patología fue inicialmente descrita por Morgan (1896) y Kerr (1897) para la cual usaron el término de “ceguera verbal congénita”. Tras mucha investigación y polémica se le denomina trastorno de la lectura según el manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales (APA, 1994). La dislexia normalmente se reconoce durante los primeros años escolares, existen algunos rasgos que presentan la mayoría de los niños disléxicos que incluyen pero no se limitan a un discreto retraso en la adquisición del lenguaje, fallas articulatorias, dificultades para aprender los nombres de las letras o de los colores, defectos en la secuenciación de silabas, algunas dificultades para hallar palabras o nombrar objetos o ilustraciones y problemas para recordar direcciones, números telefónicos y otras secuencias verbales (Pennington, 1991). Existe mucha información y conclusiones de investigaciones que encuentran que los niños con dislexia presentan defectos en el procesamiento fonológico del lenguaje. La asociación internacional de  dislexia expone que esta es una deficiencia en la habilidad para comprender, analizar y utilizar los sistemas del lenguaje.

Las principales dificultades en la lecto-escritura en niños con dislexia son lectura lenta. Falta de fluidez con vacilaciones en palabras poli silábicas o de uso poco frecuente, errores de equivalencia fonológica, dificultades en el reconocimiento espacial de direccionalidad, omisiones de palabras, adiciones de palabras, sustituciones no corregidas de palabras tanto visuales como derivacionales, sustituciones de letras que conllevan a una palabra inexistente, identificación de la primera letra o segmento con cambio de la palabra, dificultad en la comprensión de textos, dificultades para expresarse por escrito, omisiones de letras o segmentos al interior de una palabra, sustituciones de letras, frecuencia elevada de errores ortográficos tanto homófonos como no homófonos, manejo inadecuado de la separación entre palabras, sincinesias, dificultades en el reconocimiento de los dedos, confusiones derecha-izquierda, trastorno en movimientos oculares, dificultades en el aprendizaje de series, dificultades para aprender a leer el reloj y fallas en el uso de relaciones espaciales.



Como el estudiante con dislexia presenta tantos tipos de problemas de subdivide la dislexia en subtipos, estos de clasifican según su base de observación o identificación de problemas. Bakker, (1979) los clasifica según su componente neurológico como dislexia posterior, dislexia anterior y dislexia central. Johnson, Myklebust, (1971) los clasifica según su perfil comportamental en dificultades en el procesamiento visual y dificultades en el procesamiento auditivo. Boder, (1973) los clasifica según el análisis de errores al leer en disfonetica que es la incapacidad para relacionar símbolos y sus sonidos y diseidetica que es la incapacidad para percibir simultáneamente un conjunto.

La lectura es una habilidad cognitiva que depende del buen funcionamiento de diversas regiones cerebrales. La capacidad para leer es un sistema funcional complejo neural que se suple de áreas corticales para llevarse a cabo. El cerebro como órgano dinámico es posible tratar a tiempo la dislexia, la mayoría de los niños con este trastorno pueden aprender a leer, escribir y utilizar el lenguaje lo suficientemente bien como para llevar a cabo las tareas escolares y sociales de manera aceptable. Los niños disléxicos requieren de ayuda para la compresión de la lectura y estrategias de estudio. La asociación de grafema y fonema son un aspecto central en el aprendizaje de lecto-escritura. Se recomienda utilizar palabras significativas y no solo tareas mecánicas de representar sonidos como escribir y leer letras y silabas. De manera que se realicen asociaciones de los sonidos de las letras con elementos significativos, fáciles de comprender y memorizar y buscar el tipo de asociaciones pertinentes para cada caso. Es necesario el reconocimiento de las direcciones espaciales es fundamental (arriba, abajo, adelante, atrás e izquierda y derecha. La dirección de las letras en las palabras y la dirección en la lectura son altamente significativas. Con la adecuada actividades educacionales como el manejo de las direcciones espaciales y utilizar medios externos como las manos o las manecillas del reloj adecuados de términos espaciales y temporales como antes y después son indispensables para lograr una exploración ordenada de las letras, palabras y frases.

Realizar actividades construccionales ayuda a desarrollar y mejorar las habilidades visoespaciales. Mediante el ensamblaje o el dibujo que permiten la integración visoperceptual se pueden utilizar como medios para practicar la lectoescritura. Realizar estos ejercicios incrementa la adquisición de habilidades de secuenciación y organización espacial. En general las dificultades leves en la lectoescritura pueden ser consideradas como positivas si son referidas a tiempo. El factor tiempo es muy importante tanto en el diagnostico como en el tratamiento que debe ser multidisciplinario para cavar en todas las posibles causas y efectos de la dislexia en el estudiante.




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