domingo, 5 de mayo de 2013

Discalculia



La Discalculia es un trastorno de aprendizaje específico que afecta la habilidad para realizar las matemáticas. La discalculia se estima que aproximadamente afecta al 6% de la población escolar en Estados Unidos. Esta normalmente se presenta con algún otro problema del desarrollo, como déficit de atención con hiperactividad, dislexia o epilepsia. Según el DSM-IV-TR, la discalculia debe manifestar las siguientes características; 1. La capacidad para el cálculo está situada por debajo de lo esperado para su edad cronológica, coeficiente intelectual y escolaridad propia de su edad, dada una evaluación mediante pruebas normalizadas y administradas de forma individual. 2. El trastorno de discalculia interfiere significativamente en el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana que requieren capacidad para el cálculo. 3. Las dificultades para el rendimiento en cálculo no se expliquen por un déficit sensorial.  

Las características que se observan en niños con discalculia incluyen una variedad de errores en tareas numéricas, como la realización de operaciones aritméticas, resolver problemas matemáticos o utilizar el razonamiento numérico. Los errores más frecuentes son; el tipo espacial donde se observa una dificultad para colocar las cantidades en columnas o seguir la direccionalidad apropiada del procedimiento. El tipo visual donde se observa una dificultad al leer signos aritméticos u olvidos del punto decimal. El tipo procedimental donde se observan omisiones o adicciones de algún paso en el procedimiento aritmético o en la aplicación de una regla aprendida para un procedimiento diferente. El tipo grafomotor donde se observa dificultad para formar los números de manera apropiada. El tipo de juicio donde se observan errores que conllevan a resultados imposibles. El tipo memoria donde se observan problemas para recordar las tablas de multiplicación o los procedimientos aritméticos. Y el tipo perseverancia donde se observa dificultad para cambiar de tarea o repetición de un mismo número.
                                     
La discalculia presenta un perfil cognoscitivo variado pero con frecuencia se encuentran alteraciones en algunas funciones neuropsicológicas especificas. Las principales funciones son la memoria a corto plazo, el procesamiento de secuencias y la atención, además se vincula a problemas visoperceptuales, visoespaciales y visomotores. El cerebro utiliza múltiples áreas para la resolución apropiada de un problema numérico, esta requiere de habilidades verbales, espaciales y conceptuales. Se pueden mencionan en consecución que áreas neurobiológicas corticales y subcorticales como el área de wernicke y broca, la corteza occipital, el  área premotora, el hipocampo, los ganglios basales, la corteza prefrontal y la parietal entre otras influyen directamente en la realización de las matemáticas. Inclusive existe una modalidad muy poco conocida de la discalculia llamada Anaritmetia de forma congénita. Esta se caracteriza por la dificultad para realizar operaciones aritméticas, sin que existan problemas de lenguaje o visoespaciales que lo justifiquen. Hasta ahora no se ha identificado el área cerebral específica implicada en este trastorno pero se presume que se debe a alteraciones en áreas prefrontales.



Uno de los modelos más completos para resolver problemas matemáticos es el Modelo de Solución de Problemas creado por Richard E. Mayer, (2002). Este propone que los problemas de aprendizaje en matemáticas se pueden dividir en cuatro componentes: traducción del problema, integración del problema, planificación de la solución y ejecución de la solución.
El primer proceso es la traducción del problema se refiere a la habilidad del sujeto para transformar las afirmaciones del enunciado del problema en una representación interna. Según Mayer, esta habilidad requiere de dos tipos de conocimiento: el conocimiento lingüístico y el conocimiento semántico. El lingüístico referente a poder entender el idioma en que está escrito el problema y el semántico en entender a los referentes que expone el problema como saber que un triangulo es una figura geométrica de tres lados.
El segundo proceso es la integración del problema se refiere a la capacidad para integrar cada una de las afirmaciones del problema en una representación coherente de la información. Según Mayer, este proceso requiere de conocimiento esquemático, que hace referencia a la habilidad de los sujetos para reconocer diferentes tipos de problemas, y clasificarlos en tipologías preestablecidas. Además de la capacidad para distinguir entre información relevante e información irrelevante para la solución del problema.
El tercer proceso es la planificación del problema  se refiere a la habilidad del sujeto para generar un plan mediante el planteamiento de objetivos y sub-objetivos dentro del problema. Tener la habilidad para supervisar o monitorear los procedimientos mediante ejecuta su plan. Mayer propone que el conocimiento necesario para la elaboración de planes es el conocimiento estratégico, que implica la capacidad para crear o aplicar estrategias que ayuden a resolver problemas.
El cuarto proceso es la solución del problema se refiere a la ejecución de la solución; la aplicación de las reglas de la aritmética siguiendo el plan anteriormente elaborado. Este proceso requiere de conocimiento procedimental, necesario para hacer efectivos los procedimientos que se han planificado en la fase anterior. Este modelo plantea prácticamente todas las áreas a intervenir en los problemas de aprendizaje de matemáticas. Una buena evaluación psicoeducativa, cognoscitiva y neuropsicológica es necesaria para determinar un plan de intervención, este debe ser orientado hacia la estimulación y rehabilitación de áreas neuropsicológicas involucradas y afectadas por la discalculia de forma que incrementen la funcionalidad neural y escolar del niño.